1. Introducción
2. Causas del impacto psicológico
3. Efectos psicológicos en los astronautas
4. Estrategias de afrontamiento y apoyo psicológico
5. Conclusión
Bibliografía
1. Introducción
La exploración espacial de larga duración representa uno de los mayores retos para la humanidad, combinando desafíos científicos, tecnológicos y humanos en un escenario de aislamiento extremo y condiciones adversas. Misiones futuras, como los viajes tripulados a Marte, requerirán que los astronautas vivan y trabajen en entornos completamente aislados durante meses o incluso años, enfrentándose a factores psicológicos como el estrés, la soledad y la monotonía. Estas condiciones no solo afectan el bienestar emocional de los tripulantes, sino también su capacidad para realizar tareas críticas y mantener una cohesión grupal eficaz.
En este contexto, comprender y abordar los efectos psicológicos derivados de las misiones espaciales se ha convertido en un área prioritaria de investigación. Los astronautas estarán expuestos a un entorno cerrado donde la falta de interacción social, la privación sensorial y la distancia de sus redes de apoyo emocional pueden tener consecuencias significativas. Por ello, resulta crucial desarrollar estrategias innovadoras que garanticen su estabilidad mental y emocional durante estas travesías.
Este ensayo explora las causas e impactos psicológicos asociados con las misiones espaciales de larga duración, analizando cómo factores como el aislamiento, el estrés, la ansiedad y la alteración de los ritmos circadianos afectan a los astronautas. Además, propone un enfoque multidisciplinar que integra medicina, psicología, espiritualidad y nutrición, respaldado por sistemas avanzados de inteligencia artificial. En particular, se destaca el uso de agentes de IA capaces de interactuar mediante hologramas, ofreciendo apoyo emocional y psicológico en tiempo real.
A medida que la humanidad se prepara para dar el salto hacia el espacio profundo, se vuelve esencial garantizar que los astronautas no solo sobrevivan, sino que prosperen, encontrando en cada misión un equilibrio entre el desafío científico y el cuidado integral de su salud mental. Este ensayo aborda las claves para lograrlo, integrando ciencia, tecnología y un enfoque profundamente humano.
2. Causas del impacto psicológico: La influencia propioceptiva en la conducta, el aislamiento en misiones de larga duración y el estrés y la ansiedad en misiones de larga duración.
La influencia propioceptiva en la conducta
Además de las causas ampliamente documentadas como el aislamiento, la privación sensorial y el estrés, los astronautas enfrentan desafíos únicos relacionados con la percepción de su propio cuerpo, especialmente en condiciones de microgravedad. La propiocepción, que es la capacidad de percibir la posición y el movimiento del cuerpo en el espacio, se ve alterada en ambientes donde la gravedad es prácticamente inexistente. Esta alteración no solo tiene implicaciones físicas, sino que también puede afectar significativamente la conducta y el bienestar psicológico.
En condiciones de microgravedad, el cuerpo pierde puntos de referencia habituales que le permiten ubicarse en el espacio. Esto puede generar una sensación de desconexión con el entorno físico y consigo mismo. Los astronautas informan con frecuencia de una «confusión espacial» inicial, que puede evolucionar hacia una incomodidad persistente si no se adapta adecuadamente (Clément & Bukley, 2020).
Impacto en la conducta y en el estado psicológico:
- Desorientación sensorial: La falta de gravedad altera los sistemas vestibular y propioceptivo, generando conflictos entre la percepción visual y las sensaciones internas del cuerpo. Esto puede derivar en mareos, náuseas y una sensación de desubicación que, si persiste, puede traducirse en frustración y ansiedad (Paloski et al., 2008).
- Alteraciones en la percepción corporal: En microgravedad, los astronautas a menudo sienten que su cuerpo «flota», lo que afecta su relación con las tareas diarias. Esta desconexión puede dificultar la ejecución de actividades que requieren alta concentración y coordinación, generando estrés adicional (Strangman et al., 2014).
- Impacto en la percepción del tiempo y el ritmo circadiano: Al no tener un sentido gravitacional claro, el cerebro también puede tener dificultades para regular el ritmo biológico, exacerbando problemas de sueño y generando fatiga mental (Van Ombergen et al., 2017).
- Cambios en la identidad corporal: La alteración continua de las sensaciones propioceptivas puede influir en la autoimagen y generar incertidumbre sobre el control físico, afectando la confianza y la estabilidad emocional de los astronautas (Clément, 2011).
Relación con la conducta: La integración de la percepción corporal con el entorno es fundamental para la estabilidad emocional y la eficacia operativa. Cuando la propiocepción se altera, los astronautas pueden experimentar frustración, disminución de la confianza en sus capacidades y una mayor susceptibilidad a la irritabilidad y conflictos interpersonales. Además, esta alteración puede influir en la forma en que los astronautas perciben y responden a los estímulos sociales, aumentando las probabilidades de malentendidos o tensiones en un entorno ya de por sí complejo (Kanas & Manzey, 2008).
El aislamiento en misiones de larga duración
El aislamiento es uno de los factores más estudiados y conocidos que afectan la salud psicológica de los astronautas durante misiones de larga duración. En el espacio, los astronautas están confinados a ambientes extremadamente limitados, sin posibilidad de contacto físico con sus seres queridos y con acceso restringido al mundo exterior. Este aislamiento puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional y en el rendimiento de la tripulación.
Factores relacionados con el aislamiento
- Separación social y emocional:
Durante una misión de larga duración, los astronautas pierden contacto directo con sus redes de apoyo, como amigos y familiares. Aunque las comunicaciones virtuales pueden aliviar parcialmente esta desconexión, los retrasos en la transmisión de mensajes —especialmente en misiones a Marte, donde los retrasos pueden ser de hasta 20 minutos en cada sentido— dificultan la interacción fluida, lo que puede generar sentimientos de soledad y desconexión emocional (Kanas & Manzey, 2008). - Confinamiento prolongado:
La vida dentro de una nave espacial o una base marciana implica convivir en un espacio reducido con las mismas personas durante meses o incluso años. Este confinamiento puede generar estrés interpersonal, especialmente en situaciones de conflicto, y aumentar la sensación de claustrofobia (Palinkas, 2003). - Privación sensorial:
Los entornos espaciales carecen de las experiencias sensoriales que se encuentran en la Tierra, como la variabilidad de paisajes, los sonidos de la naturaleza o la sensación del viento y la lluvia. Esta privación puede contribuir a la monotonía, lo que, combinado con el aislamiento, puede provocar aburrimiento y disminuir la motivación (Häuplik-Meusburger et al., 2011). - Percepción de vulnerabilidad:
La distancia extrema y la falta de acceso inmediato a asistencia médica o rescate pueden hacer que los astronautas se sientan particularmente vulnerables. Este factor, sumado al aislamiento, puede aumentar la ansiedad y el estrés relacionados con la supervivencia y el éxito de la misión (Sandal et al., 2006).
Impacto del aislamiento en la salud psicológica
- Estrés y ansiedad:
La separación prolongada de los sistemas de apoyo social puede ser una fuente constante de estrés. Los astronautas pueden desarrollar ansiedad por sentirse desconectados o sobrecargados por la responsabilidad de su rol. - Depresión y soledad:
El aislamiento prolongado puede desencadenar sentimientos de soledad, especialmente si los astronautas perciben que sus esfuerzos no son comprendidos o valorados por quienes están en la Tierra. Esto puede evolucionar hacia estados depresivos, afectando la motivación y el desempeño (Bishop et al., 2021). - Conflictos interpersonales:
La convivencia forzada en un espacio reducido aumenta las probabilidades de tensiones y conflictos. La falta de privacidad puede intensificar la irritabilidad y el malestar, afectando la dinámica de grupo y el trabajo en equipo. - Alteraciones cognitivas:
El aislamiento, combinado con la monotonía, puede afectar negativamente las capacidades cognitivas de los astronautas, como la memoria, la atención y la capacidad de resolución de problemas, elementos esenciales para el éxito de la misión (Smith et al., 2017).
Estrés y ansiedad en misiones de larga duración
El estrés y la ansiedad son respuestas emocionales y fisiológicas que se intensifican en entornos extremos, como las misiones espaciales de larga duración. Los astronautas enfrentan múltiples factores estresantes simultáneamente, incluyendo la responsabilidad de sus tareas, el aislamiento, las condiciones ambientales adversas, y la incertidumbre inherente a estos viajes. Estas respuestas, si no se manejan adecuadamente, pueden comprometer tanto la salud mental como el rendimiento operativo.
Factores que contribuyen al estrés y la ansiedad
- Carga de responsabilidad:
Los astronautas son altamente capacitados y seleccionados para operar en condiciones críticas. Sin embargo, la magnitud de sus responsabilidades, combinada con la falta de margen de error en el espacio, puede ser una fuente constante de estrés. Saber que sus decisiones afectan no solo su supervivencia sino también la de toda la tripulación añade una presión significativa (Palinkas, 2003). - Aislamiento y confinamiento:
La separación de seres queridos y la convivencia en espacios reducidos contribuyen a niveles elevados de estrés. La falta de interacción social diversa puede provocar sentimientos de soledad y aumentar la ansiedad por el aislamiento prolongado (Kanas & Manzey, 2008). - Ambiente extremo:
Las condiciones de microgravedad, la exposición a radiación cósmica, los ciclos de sueño interrumpidos y las restricciones dietéticas son estresores físicos que interactúan con la salud mental. Estas condiciones también pueden generar incertidumbre respecto a la salud a largo plazo, lo que aumenta la ansiedad (Van Ombergen et al., 2017). - Riesgos e incertidumbre:
La posibilidad de fallos técnicos, emergencias médicas, o la incapacidad para recibir asistencia inmediata contribuyen al estrés. En misiones a Marte, donde el retraso en la comunicación con la Tierra es significativo, la percepción de vulnerabilidad y el miedo a la falta de control pueden exacerbar la ansiedad (Sandal et al., 2006). - Privación sensorial y monotonía:
La falta de estímulos externos, como paisajes variados, y la rutina repetitiva pueden provocar aburrimiento y estrés. La monotonía intensifica la percepción del tiempo, haciendo que los días parezcan más largos y aumentando la sensación de carga psicológica (Häuplik-Meusburger et al., 2011).
Manifestaciones del estrés y la ansiedad en astronautas
- Síntomas físicos:
El estrés prolongado puede manifestarse como tensión muscular, dolores de cabeza, fatiga crónica, problemas digestivos y alteraciones en el sistema inmunológico, lo que compromete la capacidad física de los astronautas para enfrentar los desafíos de la misión (Smith et al., 2017). - Efectos cognitivos:
El estrés y la ansiedad afectan negativamente las funciones ejecutivas, como la atención, la memoria y la capacidad de resolución de problemas. Esto puede ser particularmente peligroso en misiones donde las decisiones rápidas y precisas son críticas (Bishop et al., 2021). - Impacto emocional:
Los astronautas pueden experimentar irritabilidad, frustración, episodios de pánico y estados depresivos. Estas emociones no solo afectan el bienestar individual, sino que también pueden generar conflictos interpersonales, comprometiendo la dinámica de grupo (Kanas & Manzey, 2008). - Alteraciones del sueño:
El estrés y la ansiedad contribuyen a problemas de sueño, como el insomnio, lo que a su vez agrava la fatiga y reduce la capacidad de recuperación mental y física (Van Ombergen et al., 2017).
Interacción entre estrés, ansiedad y rendimiento
El estrés y la ansiedad tienen una relación bidireccional con el rendimiento en misiones espaciales. Por un lado, el estrés puede motivar el enfoque y la acción en situaciones críticas, un fenómeno conocido como «estrés óptimo» o eustrés. Sin embargo, cuando los niveles de estrés y ansiedad son excesivos o crónicos, estos deterioran la capacidad de los astronautas para operar eficazmente. Las malas decisiones y los errores operativos en el espacio pueden generar un ciclo de retroalimentación negativa que aumenta aún más la ansiedad.
3. Efectos psicológicos en los astronautas durante misiones de larga duración en el espacio
Las misiones espaciales de larga duración exponen a los astronautas a un conjunto único de factores estresantes que afectan significativamente su salud mental. Los efectos psicológicos derivados de estos desafíos no solo impactan el bienestar personal de los tripulantes, sino también el rendimiento colectivo de la misión. A continuación, se describen en profundidad los principales efectos psicológicos observados en astronautas sometidos a condiciones extremas de aislamiento, confinamiento, microgravedad y estrés.
Estrés crónico
El estrés crónico es una respuesta común a la combinación de factores ambientales, operativos y emocionales que enfrentan los astronautas. Este estado puede originarse por la presión constante para cumplir con los objetivos de la misión, la incertidumbre sobre la seguridad personal y grupal, y las limitaciones inherentes al entorno. Entre los síntomas asociados al estrés crónico en astronautas se encuentran:
- Tensión muscular, dolores de cabeza y fatiga persistente.
- Dificultades para concentrarse y tomar decisiones bajo presión.
- Irritabilidad y mayor susceptibilidad emocional.
Estos efectos pueden intensificar los conflictos interpersonales dentro del equipo, comprometiendo la cohesión grupal y el desempeño operativo (Bishop et al., 2021).
Ansiedad y ataques de pánico
La ansiedad en el espacio puede manifestarse como una respuesta anticipatoria al riesgo percibido o como resultado de una sensación de vulnerabilidad ante situaciones de emergencia. En casos extremos, los astronautas pueden experimentar ataques de pánico, caracterizados por episodios de miedo intenso, taquicardia, dificultad para respirar y sensación de pérdida de control. La ansiedad también puede ser exacerbada por la privación sensorial y la monotonía del entorno, que amplifican la percepción de las amenazas y los problemas menores (Kanas & Manzey, 2008).
Depresión y sentimientos de soledad
El aislamiento y la separación prolongada de seres queridos pueden generar un profundo sentimiento de soledad en los astronautas, especialmente en misiones donde el retraso en la comunicación con la Tierra es considerable. Este aislamiento emocional, junto con la falta de variabilidad en el entorno y la rutina diaria, puede desencadenar episodios depresivos. Los síntomas más comunes incluyen:
- Pérdida de motivación y disminución del interés por las actividades diarias.
- Sensación de inutilidad o desesperanza.
- Fatiga emocional y cognitiva (Palinkas, 2003).
Fatiga mental y deterioro cognitivo
La carga mental asociada con la vida en el espacio, combinada con la privación de sueño y los ciclos circadianos alterados, puede llevar a una fatiga cognitiva significativa. Este estado afecta funciones ejecutivas esenciales, como la memoria, la atención y la capacidad de resolver problemas. En un entorno donde las decisiones rápidas y precisas son críticas, el deterioro cognitivo puede aumentar el riesgo de errores operativos (Van Ombergen et al., 2017).
Cambios en la regulación emocional
El estrés y las condiciones extremas del espacio pueden alterar la capacidad de los astronautas para regular sus emociones. Esto puede manifestarse en formas como:
- Episodios de irritabilidad y frustración, que pueden desencadenar tensiones interpersonales.
- Mayor dificultad para mantener la calma en situaciones críticas.
- Sensibilidad emocional exacerbada frente a problemas menores, lo que afecta la dinámica de grupo (Sandal et al., 2006).
Síndrome de adaptación sensorial y percepción corporal alterada
En microgravedad, los astronautas experimentan un cambio en la percepción de su propio cuerpo y del espacio que los rodea. Este síndrome, conocido como «desorientación espacial», puede generar:
- Mareos, náuseas y una sensación de desubicación.
- Confusión entre los sentidos visuales y propioceptivos, lo que afecta la coordinación.
- Sensación de desconexión con el entorno y consigo mismo, lo que contribuye al malestar psicológico (Clément & Bukley, 2020).
Conflictos interpersonales y disfunción grupal
La convivencia prolongada en espacios reducidos, junto con el estrés individual, puede llevar al surgimiento de conflictos interpersonales. Estos problemas pueden incluir:
- Malentendidos y tensiones debido a la falta de comunicación efectiva.
- Percepción de inequidad en la distribución de tareas o responsabilidades.
- Dificultad para manejar diferencias de personalidad, lo que afecta la cohesión del equipo (Häuplik-Meusburger et al., 2011).
Alteraciones del sueño
La falta de un ciclo día-noche en el espacio interfiere con los ritmos circadianos de los astronautas, causando problemas de sueño como insomnio y somnolencia diurna. Estos trastornos del sueño no solo afectan el bienestar general, sino que también contribuyen a la fatiga mental, la irritabilidad y la disminución del rendimiento cognitivo (Smith et al., 2017).
4. Estrategias de afrontamiento y apoyo psicológico en misiones de larga duración
El éxito de las misiones espaciales de larga duración depende no solo de la preparación física y técnica de los astronautas, sino también de su capacidad para mantener una estabilidad psicológica frente a los múltiples desafíos emocionales y sociales que enfrentan. Para abordar de manera integral los efectos psicológicos derivados de estas misiones, se propone un enfoque innovador basado en un proceso multidisciplinar que integre medicina, psicología, espiritualidad y nutrición, con el respaldo de sistemas avanzados de inteligencia artificial (IA) diseñados para proporcionar acompañamiento interactivo y apoyo en tiempo real.
Enfoque multidisciplinar para el apoyo integral
Medicina
La medicina en el espacio no solo debe centrarse en la salud física, sino también en prevenir y manejar las consecuencias psicosomáticas derivadas del estrés y la ansiedad. Esto incluye:
- Monitoreo biométrico continuo: Supervisión de parámetros como ritmo cardíaco, presión arterial, cortisol y otras señales relacionadas con el estrés, utilizando sensores integrados en la nave.
- Intervenciones médicas personalizadas: Tratamientos no invasivos para abordar síntomas relacionados con el estrés, como insomnio o fatiga, incluyendo el uso de terapias de luz para regular los ciclos circadianos (Smith et al., 2017).
Psicología
El acompañamiento psicológico debe ser proactivo y adaptativo, incluyendo:
- Programas de entrenamiento previo: Técnicas de manejo del estrés y resiliencia antes del inicio de la misión.
- Intervenciones dinámicas durante la misión: Sesiones regulares de mindfulness, terapia cognitivo-conductual asistida por IA y simulaciones de situaciones críticas para reforzar la estabilidad emocional (Bishop et al., 2021).
Espiritualidad
La espiritualidad, entendida como una conexión con valores trascendentes o un propósito mayor, puede proporcionar un recurso psicológico esencial en contextos extremos:
- Espacios dedicados a la reflexión: Creación de zonas dentro de la nave diseñadas para la meditación, oración o conexión con elementos simbólicos significativos para los astronautas.
- Apoyo personalizado: La IA entrenada podría facilitar prácticas guiadas de meditación o ejercicios espirituales adaptados a las creencias individuales de los tripulantes (Kanas & Manzey, 2008).
Nutrición
La dieta no solo afecta la salud física, sino también el estado emocional y cognitivo:
- Dietas adaptadas al bienestar mental: Alimentos ricos en triptófano, omega-3 y vitaminas del complejo B para optimizar la producción de neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo.
- Supervisión nutricional interactiva: La IA podría sugerir menús personalizados en función del estado emocional y los niveles de estrés de cada astronauta (Zwart et al., 2011).
El rol de la inteligencia artificial en el acompañamiento psicológico
El desarrollo de agentes de inteligencia artificial especializados en el acompañamiento psicológico representa un avance transformador en el apoyo a los astronautas. Estos sistemas, integrados en las CPU o GPU de la nave, estarían diseñados para proyectar hologramas interactivos en diferentes estancias, creando una «presencia virtual» constante que mitigaría los efectos del aislamiento y la monotonía.
Características principales de la IA:
- Supervisión emocional constante:
- La IA, a través de sensores y cámaras, monitorizará los cambios en el estado emocional, identificando señales tempranas de estrés, ansiedad o depresión.
- Los datos recopilados se analizarían en tiempo real para generar intervenciones personalizadas.
- Interacciones holográficas:
- Los hologramas proyectados actuarían como compañeros virtuales, proporcionando conversaciones empáticas, ejercicios de relajación guiados y recordatorios de técnicas de afrontamiento.
- Estos hologramas podrían adoptar formas humanas o incluso personalizarse según las preferencias de los astronautas para fomentar una conexión emocional más efectiva (Clément & Bukley, 2020).
- Apoyo en la resolución de conflictos:
- En caso de tensiones interpersonales, la IA podría actuar como mediadora, proporcionando perspectivas neutrales y sugerencias constructivas para resolver problemas.
- Simulación de contacto terrestre:
- Para reducir la sensación de desconexión, la IA podría generar interacciones simuladas con familiares y amigos utilizando mensajes previamente grabados o sintetizando respuestas basadas en patrones de comunicación reales.
Supervisión humana complementaria
Aunque la IA desempeñaría un papel crucial, la supervisión humana seguiría siendo esencial para garantizar la calidad y efectividad del apoyo psicológico:
- Intervenciones remotas: Equipos de psicólogos y médicos en la Tierra podrían supervisar las intervenciones realizadas por la IA, ajustando los programas según sea necesario.
- Evaluaciones periódicas: Durante las comunicaciones programadas con la Tierra, los astronautas podrían recibir retroalimentación humana directa para reforzar su bienestar.
Impacto esperado del enfoque multidisciplinar
La combinación de medicina, psicología, espiritualidad y nutrición, junto con la integración de una IA avanzada, tiene el potencial de:
- Reducir significativamente los efectos negativos del estrés y el aislamiento.
- Mejorar la cohesión del equipo y la eficacia operativa.
- Fomentar un sentido de propósito y conexión, esencial para mantener la motivación en misiones prolongadas.
5. Conclusión
Las misiones espaciales de larga duración representan uno de los mayores desafíos para la humanidad, no solo en términos tecnológicos y científicos, sino también en el ámbito psicológico. Los astronautas enfrentan una combinación única de factores estresantes que incluyen aislamiento, confinamiento, alteraciones sensoriales y una carga emocional significativa, todos ellos con el potencial de afectar profundamente su bienestar mental y su rendimiento.
Este ensayo ha explorado cómo el impacto psicológico de estas misiones puede abordarse mediante un enfoque multidisciplinar que integre medicina, psicología, espiritualidad y nutrición, con un fuerte respaldo en la tecnología. La introducción de agentes de inteligencia artificial especializados, capaces de proporcionar acompañamiento interactivo a través de hologramas, destaca como una innovación transformadora que podría mitigar los efectos negativos del aislamiento y mejorar la calidad de vida de los astronautas durante estas expediciones.
La implementación de este enfoque combinado no solo garantiza el bienestar individual de los astronautas, sino que también fortalece la cohesión grupal, optimiza el rendimiento operativo y aumenta las probabilidades de éxito de las misiones. Además, este modelo tiene implicaciones más allá del espacio, ofreciendo un marco replicable para manejar el estrés y la salud mental en otros entornos extremos o aislados.
A medida que la humanidad se prepara para explorar Marte y otros cuerpos celestes, es imperativo reconocer que el éxito de estas misiones no dependerá únicamente de la resistencia de los cohetes, sino también de la resiliencia de las mentes que los tripulan. Invertir en el bienestar psicológico de los astronautas no es solo una cuestión ética, sino una necesidad estratégica para asegurar que la exploración espacial sea sostenible y efectiva. En última instancia, la integración de tecnología avanzada, ciencia y un enfoque humano holístico puede marcar la diferencia entre una misión que sobrevive y una que prospera.
Bibliografía
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